LAS PALMERAS
Lo que ha de acabar encogido
empiza primero siendo estirado.
Lo que ha de acabar debilitado
empieza primero haciendose fuerte.
Lo que ha de acabar despreciado
empieza primero siendo alabado.
Loque ha de acabar arrebatado
empieza primero siendo otorgado.
Aquí yace la sutil sabiduría de la vida:
Lo suave y débil vence a lo duro y fuerte.
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